Dino Delli Compagni

NAMUR

Un crucero en la naturaleza. Reurbanización de un jardín ubicado en la región valona, en Namur. Bienvenidos a bordo de esta casa, apodada evocadoramente "La casa barco" debido a su posición a orillas del Mosa y su aspecto que recuerda a un navío. Como un barco que abre camino a través de los meandros de un río, las terrazas y balcones curvos de esta casa ofrecen perspectivas cautivadoras sobre las aguas centelleantes del Mosa que serpentea a lo lejos. Este jardín ha sido estudiado meticulosamente, teniendo en cuenta las diferentes limitaciones del terreno. Cada diseño, como un barco ajustando su trayectoria en un mar agitado, ha sido pensado para armonizar con los niveles del suelo y ofrecer una experiencia inmersiva y cautivadora a sus visitantes. La piscina infinita de esta residencia evoca el murmullo hechizante de las olas acariciando suavemente la orilla.

Como una sinfonía acuática, el suave sonido del agua fluyendo sin fin recuerda el canto melódico del océano. Como un borde natural donde la tierra se encuentra con el mar, las plantas cuidadosamente seleccionadas para rodear esta residencia evocan el espíritu vegetal de la costa, particularmente el de las costas del norte. Como pinturas vivientes de la costa norte, las gramíneas se despliegan con gracia, sus tallos flexibles evocan los movimientos rítmicos de las mareas danzantes. Estas gramíneas, como emisarias de las costas azotadas por los vientos del Mar del Norte, aportan un toque de autenticidad y rusticidad al entorno, recordando los paisajes salvajes y preservados de estas tierras lejanas. Sus delicadas espigas se mecen suavemente con la brisa, como una invitación a seguir el tranquilo curso de los elementos naturales.

Las terrazas alrededor de la piscina han sido diseñadas cuidadosamente, teniendo en cuenta la exposición sur del jardín. Su disposición estratégica ofrece espacios bañados por el sol, donde se puede disfrutar plenamente de la luz solar, creando zonas de relajación ideales para descansar y revitalizarse en armonía con la naturaleza circundante. La iluminación del jardín ha sido discretamente integrada, fundiéndose en la vegetación y reflejándose sutilmente en los troncos de los árboles, creando así una atmósfera encantadora donde la luz danza entre el follaje y se refleja suavemente, invitando a la contemplación y el descubrimiento. En la encrucijada entre el sueño y la realidad, esta propiedad nos recuerda que a veces, solo basta con izar el ancla de nuestra imaginación para navegar hacia nuevos horizontes, incluso en tierra firme.